

Los quintos, es una tradición que se ha perdido porque ya no van los chicos a la mili, solían juntarse la segunda semana de marzo en una casa a la que llamaban "cuartel", estaban toda la semana juntos de juerga, llevaban un gorro como parte de la tradición y el dinero lo reunían pidiendo por el pueblo de puerta en puerta, haciendo rifas y poniéndose en las entradas del pueblo parando los coches para que les dieran la voluntad, solían tocar el caracol y hacian alguna que otra gamberrada, como una vez que quitaron todas las cortinas de las puertas y se pusieron en el mercadillo a venderlas, con lo cual el que quería su cortina tenía que comprarla por un módico precio, en otra vez metieron un carro en la fuente, el caso que esas pequeñas gamberradas se consentían y se consideraba parte de esa tradición.
El domingo los tallaban en el ayuntamiento y después a la misa de ese día iban todos en las casas era todo un acontecimiento, al quinto se le compraba un traje para ese día y la familia se compraba o sacaba sus mejores galas, después de misa en las casas se hacía una pequeña fiesta, ofreciendo al que iba a felicitar a la familia dulces y licores, yo creo que además se consideraba que ese chico pasaba a ser un hombre, recuerdo a mi padre diciéndole a mi hermano con toda solemnidad"ya eres un hombre y puedes fumar delante de mi", tenía 17 años, también ese domingo pasaban por las casas de las quintas para que los invitaran.
El día del tallamiento entraba la "quinta el choto", que eran los quintos del año próximo, y estaban ese día de fiesta.
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